Exposición individual de la artista japonesa Yayoi Kusama en el MOCA Shanghai.
Es su primera aparición de gran escala en China y «A Dream I Dreamed» ha atraído a gran cantidad de espectadores.
Por mi parte, tuve la gran suerte de ver una exposición suya en el MNCARS en 2011. Fue de casualidad, pues yo no conocía su obra, quedamos muy impresionados tanto mi madre y mis primos como yo. Como se suele decir, los mejores planes surgen de manera inesperada y ya me ha pasado varias veces que lo que más me ha gustado de un museo ha sido lo que no conocía ni de nombre ni de noticias. Ya lo apuntaba Mauro Entrialgo en una de sus tiras cómicas: Hoy en día la gente no va a ver la obra de un artista, sino que van a tal museo o fundación a «ver que hay«. Como Bob Esponja o Mr Chance, me dejo llevar y suele salir bien.
Mis primos titularon esta obra como «la discoteca con suelo de agua». La sensación es lo más parecido a lo que debe sentir un astronauta flotando en el espacio exterior. Miles de luces que se reflejan hasta el infinito y tú en el centro.
Me gusta ir al cine sin haber visto los trailers y sin haber decidido la película que voy a ver, con el arte me pasa lo mismo: adoro lo que averiguo por sorpresa. Hace 10 años fui a París con mi abuela y mi prima: planeamos ir a ver el Louvre, el d´Orsay, el Museo del traje…éste último estaba cerrado y muy cerca vimos un gran edificio que no sabíamos ni que existía: El Palais de Tokio. Ni que decir tiene que fue el sitio que más me gustó de todo el viaje y que gracias a esa visita inesperada conocí la obra de Takashi Murakami por primera vez.
Lo curioso de Kusama y Murakami es que ambos han creado ediciones limitadas la Louis Vuitton. Particularmente me gusta la de Murakami porque probablemente las señoras que han adquirido este bolso no conocen las obras inspiradas en el manga de Murakami y quedarían escandalizadas si lo hicieran.
Volviendo a Yayoi, hay un aspecto de su vida que llama mucho la atención: ha pasado los ultimos 38 años viviendo en un hospital psiquiatrico de Tokyo. Lo que acaso la gente no entiende es que, cuando vives con una enfermedad mental, el hospital es un sitio que te da la seguridad y la rutina necesarias para seguir trabajando.
Yayoi en sus comienzos
¡Olé tú, Kusama! (lo siento es que los lunares siempre me han parecido muy andaluces)