Miedos del artista joven
(y del no tan joven)
Miedo a que el retratado no se parezca a su retrato; a gastar la pintura cara; a estropear el lienzo impoluto; a que me critiquen negativamente; a no saber hacer lo que aún no he practicado; a probarlo todo y no crear nada; a no ser original; a la falta de inspiración; a inventarme algo y después descubrir que ya existía; a que mi obra sea bella pero no signifique nada; a transmitir indiferencia; a que la obra se manche en el último momento; a no estar a la altura del encargo; a no entender el lenguaje de la crítica; a criticar negativamente a otro y que me condenen al ostracismo; a caer mal; a que mi mensaje se interprete al revés; a la imágen de stock pixelada; a ser flor de un día; a cumplir los 35 y ser un don nadie; a no encontrar enchufe ni padrino; a perder mi “gran oportunidad”; a vender en un mercadillo y que se ponga a llover; a atascarme con un trabajo alimenticio que no me deja tiempo para crear; a ir al extranjero y tener que volver con las manos vacías; a pasar hambre; a que mis obras se acumulen en el trastero; a que se estropeen al transportarlas; a gastar en marcos más de lo que voy a ganar; a que no me pague el galerista; a que mi personaje se coma a mi persona…lo único que no me da miedo: encontrar la fórmula del éxito que repetiría el resto de mi vida, ¡a cambio de sucio dinero, seré un maldito churrero!