Desequilibradas, por que las mujeres aguantan mas que los hombres ? trata sobre las batallas que lidia la mujer en el día a día. Se soporta mucho, más bien demasiado, ¿no crees?. Desequilibradas es la primera obra de la serie “Cariátides del s XXI”. Collage y acrílico sobre tabla, 120 x 86 cms. Está a la venta aquí. 2019. Cuesta 400 euros.

“Desequilibradas” es una estructura formada por mujeres de todo tipo, en la que todo el peso recae sobre un tacón de aguja.

Por encima de todo, hay cargas cotidianas: llevar la casa; ir con prisa; parecer perfecta en los selfies; ir maquillada; ajustarse al presupuesto mensual…y por supuesto, el zapato de los hombres que nos pisan. This is a man´s world. Desequilibradas, por que las mujeres aguantan mas que los hombres ? habla de soportar esto y lo otro y al otro.

El fondo de Desequilibradas, por que las mujeres aguantan mas que los hombres ? es un atardecer paradisiaco, pero parece que esas mujeres no encajan ahí. Es un harén imposible. El tacón está sobre el mar, a punto de hundirse, con todas ellas. ¿Por qué soportamos la tortura del tacón?

De debajo a arriba las mujeres visten con ropa cada vez menos sofisticada, en una suerte de pirámide social invertida.  En Desequilibradas, por que las mujeres aguantan mas que los hombres todo el poder recae sobre esa especie de Diosa futurista. ¿Podrá salvar a las que se apoyan en ella?

Desequilibradas, por que las mujeres aguantan mas que los hombres. Aguantandolo todo sobre el tacón se produce un desequilibrio.

La estructura, construida como un castillo de naipes al revés, me recuerda a un desfile de alta costura que vi en el que unas equilibristas hacían figuras mientras las modelos pasaban entre ellas.

El castillo de naipes de Desequilibradas, por que las mujeres aguantan mas que los hombres hace también hace referencia a Alicia en el país de las maravillas, donde cada naipe es un soldado a las órdenes de la reina. La reina, en este caso es The Man como dirían los ingleses. Los poderes fácticos que gobiernan nuestro comportamiento. ¿Acaso no sigue habiendo juguetes de niña y de niño?. Tampoco los anuncios publicitarios indican igualdad. Mientras estemos a las órdenes de los convencionalismos sociales, no seremos libres.

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